Organización Paz Animal Guatemala busca que los equinos
sean trasladados hacia un albergue de por vida.
Las precarias condiciones en que trabajan los caballos que halan carrozas
en La Antigua Guatemala, motivaron a los personeros de la Organización
Protectora de Animales Paz Animal Guatemala (PAG), a promover la jubilación
de estos equinos que por más de dos décadas han paseado a propios y extranjeros
en la ciudad colonial.
Los caballitos criollos guatemaltecos son de una raza que no está criada genéticamente
para halar esas carrozas de hierro o aluminio pesado, ya que no son acordes al tamaño
y capacidad del animal”, señala Pilar de Naranjo, fundadora de PAG.
La inquietud le viene desde hace varios años, durante los cuales Naranjo se ha dado
a la tarea de documentar fotográficamente y mediante videos como estos animales
no cuentan con los cuidados mínimos en salud que deberían de tener ni la alimentación
adecuada.
Naranjo y su esposo instalaron un mini refugio en su residencia de la capital donde
albergan de por vida a dos de estos equinos que fueron retirados, uno de ellos,
por fracturas en las patas y que iba a ser sacrificado.
Durante sus investigaciones, Naranjo descubrió que los animales son sometidos a un trajín
de trabajo que se extiende hasta por 12 horas al día. Ninguno de los dueños posee un establo
adecuado ni contratan veterinarios para mantenerlos controlados en alimentación y control
de plagas.
“Los dueños no nos han querido decir cuánto tiempo utilizan a los caballos. Estos no son como
los que usan en Central Park en Nueva York, ya que aquellos son de raza gigante para tiro pesado.
Cada raza está capacitada para determinado tipo de trabajo”, apuntó. Cuando el turismo está
en época alta en la Ciudad Colonial, Naranjo dice que los animales son obligados a halar la carroza
hasta con diez personas. “esto les provoca dolores en articulaciones y fracturas en los cascos
como mínimo”, subraya.
PAG logró reunir a representantes de la comuna de La Antigua y de los dueños de las carrozas
para presentarles no solo su intención de jubilar a los equinos, sino una alternativa para que
los dueños no resulten desempleados.
El jueves 18 presentaron fotografías y videos de lo descubierto por Naranjo, y sobre todo
su intención de trasladar a los animales hacia un lugar donde se asegure su mantenimiento
de por vida.
A cambio del retiro de los animales, PAG propone un proyecto de trenes movidos a motor,
motocarritos acondicionados de acuerdo a lo establecido por las normas de la ciudad colonial.
Los dueños de los carruajes están abiertos al diálogo siempre y cuando no se queden sin empleo.
“Tenemos que ver qué dicen las autoridades de la Antigua para saber si dejan introducir ese tipo
de transporte turístico”, dijo Miguel Ángel Barrera, dueño de dos de los diez carruajes que
funcionan en esa ciudad.
Dice que no cuentan con establos porque no hay espacio para tenerlos. Asegura que sus equinos
comen concentrado y toman agua una vez al día y que los desparasita dos veces al año.
“Quién más que nosotros va a saber qué es lo que necesitan nuestros animales, nosotros pasamos
entre 8 y 10 horas con ellos”, apuntó.
Dijo que acudirán a todas las instancias legales para mantener el empleo que les ha dado el sustento
diario durante 18 años.
Fuente: El Periodico
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